Una lección cada día

Por Nancy Araujo


En mi experiencia trabajando con niños, niñas y jóvenes en BYTE, nunca me había quedado sin ideas al momento de enfrentarme con alguna situación en la que tuviese que improvisar para adecuarme.  He vivido momentos en los que tal vez un niño suele ser más tímido que los demás, introvertido, o no muestra deseos de participar, pero al final siempre pude encontrar una forma de poder ayudarlo y lograr que participara y se desenvolviera. 

Recientemente, en una de las sesiones en el albergue Kino Border Iniciative (KBI), tuvimos la participación de un niño con discapacidad auditiva, a quien teníamos que explicarle tres diferentes actividades. Por fortuna nos acompañó un familiar quien apoyó durante las sesiones para brindarle las indicaciones. Esto me hizo reflexionar sobre la importancia de aprender el lenguaje de señas, ya que tal vez no siempre contaremos con el apoyo de un padre o familiar que ayude a comunicarnos, por lo que debemos adquirir las herramientas para enfrentarnos a estas situaciones y así poder ayudar a un niño, niña o joven a integrarse. 

Esta experiencia me impulsa a seguir creciendo, a seguir aprendiendo, y no solo en los temas en los que cotidianamente nos desenvolvemos. Y así, tanto como organización como individuos, estaremos preparados para que todos y todas participen y se sientan seguros y seguras de que alguien podrá ayudarlos si no comprenden una indicación o si tienen dudas. Por ello hago la Invitación a ser más empáticos con estos temas, buscar información que nos ayude a actuar y responder en diferentes situaciones. No cabe duda de que estamos siempre en constante aprendizaje, que no es suficiente quedarse con lo que sabemos, que es importante crecer y siempre impulsarnos a ser mejores cada día. 


Caro Iniguez