El cine, arte y discurso, al alcance de un celular

Por Ángel Orozco

En 1999 realicé mi primer cortometraje. Estudiaba la carrera universitaria y al mismo tiempo me inscribía en cada curso, taller y diplomado de cine que se abría en la ciudad. Lo cual me llevó, irremediablemente, a escribir, dirigir y producir cortometrajes durante cerca de dos años de manera continua. Renuncié porque esta actividad implicaba una buena inversión de dinero, aun cuando todo mi equipo de producción lo conformaban amigos y amigas que no cobraban ni un peso. De cualquier manera, había que pagar gasolina, comida, utilería, renta de equipo y sobre todo, la edición. Yo no sabía editar. Casi nadie sabía, y quienes tenían ese conocimiento cobraban por hora. Además, era necesario una computadora especial, computadora que costaba en ocasiones tanto como un auto seminuevo.

Hoy solo basta un celular y mucha creatividad. Hay decenas de aplicaciones gratuitas para editar foto, video y audio. Nunca había sido tan accesible hacer cine. De hecho, en la actualidad, largometrajes grabados con el celular ganan premios en festivales.

Siempre se ha pensado que el cine es una disciplina en la cual las niñas, niños y jóvenes solo tienen cabida trabajando frente a la cámara, como actores y actrices. La accesibilidad que hoy se tiene a la creación de material audiovisual desde un smartphone nos demuestra que sin importar tu edad puedes crear un cortometraje o video de calidad. Y no olvidemos que las nuevas generaciones están mejor adaptadas a la tecnología.

Para niñas y niños, así como para jóvenes, el hacer cine puede ser considerado una apropiación del discurso y la oportunidad de exponer la manera en la que interpretan y viven el mundo. 

Como facilitador del taller de cine para niñas y niños, es un honor cuando me comparten sus cortometrajes, los cuales se encargan de producir, grabar, editar, así como de dirigir. Mi primer corto lo realicé a los 22 años y en nuestro taller, niños y niñas, de entre los nueve y trece años, están realizando sus primeros trabajos. Y no, no son futuros cineastas. Son cineastas desde ya y su trabajo y experiencia les respalda. Luces, cámaras y palomitas. 

Les comparto un cortometraje documental realizado por Camila, integrante de Cinenautas. Este video corrobora mis afirmaciones. Luces, cámaras y palomitas.     


Caro Iniguez